Existen muchas formas de transcender en la vida. Haciendo, dando, siendo, escuchando, diciendo… Podemos elegir el bien,  pero también el mal.

La conciencia cuando se expande no reconoce su forma pero si es verdad que la forma que elijas condicionará tu vida.

Cuando transcendemos estamos apostando al 100% por una intención, y es sobre todo ir mucho más allá de algo. Empezamos preguntando cómo podemos ser conocidos, como podemos extendernos, como podemos comunicarnos con nosotros mismo mucho mejor y sobre todo cómo relacionarnos con todo lo que nos rodea.

Transcender es cuando sentimos que nos comunicamos mejor con nosotros mismos y con los demás. Cuando sentimos que nos superamos, cuando nuestra consciencia va más allá de todo.

Pero muchas veces este transcender se confunde. Quizá esperamos aprobación externa, esperamos que con un solo clic todo mute o cambie, esperamos a veces que el exterior nos marque. Pero no. No solo se transciende por lo que se hace en la vida, si no por lo que se es en la vida.

Se trasciende a partir de lo que se evoluciona como ser humano, se trasciende a partir de lo que uno es capaz de vencer en sí mismo. Trascender es superar esos límites impuestos o autoimpuestos que todos tenemos y que nos impiden perfeccionarnos.

Dominar el ego, la soberbia, la envía (aunque sea sana), las luchas, los juicios… transcender es darle sentido a la vida, darle un porqué.

No sentir aburrimiento o monotonía. Es hacerle frente al ser, a la realidad, la frustración que genera estar constantemente mirando al de al lado, dejar de competir, de intentar demostrar fuera las carencias internas.

Chic@s transcender es amor propio. Es saber dónde estoy.  Quién soy. Dónde voy. Qué quiero…

Os propongo: Dejemos de pensar en cosa absurdas. Bailemos con la incertidumbre del momento. Y repite: NO SOY UNA VÍCTIMA.

Estoy aquí para reír, disfrutar, compartir y sobre todo amar.

Imagina, abre tu mente. Todo lo que imagines puede existir. Todas nuestras experiencias no tienen fuerza ahora mismos. Estás libre de todo.

Qué más da si ahora tienes más o menos, si eres mejor o peor (según tu), si no eres reconocido. ¿De verdad quieres esta vida para ti?

El mejor y mayor legado que podemos dejar es el de una vida bien vivida, una vida donde prime el espíritu de superación.

Recuerde que uno nunca es lo que conoce de sí mismo ni lo que transmite a los demás… uno es lo que hace por acrecentar ese conocimiento todos los días, y por transmitirlo y compartirlo a favor de la vida.

Por eso te animo a coger las riendas de tu vida. Piensa y haz lo que marque tu corazón. Cree en ti y vuela, vuela alto.

Solo tú, serás responsable de tus decisiones.

Y solo tú eres la persona más importante para ti.

La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.

                Arthur C. Clarke

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